Los cursos de formación tienen lugar directamente en la fábrica del cliente y con las máquinas compradas, de modo que el personal de la empresa pueda ser autónomo en el uso, en el mantenimiento y en la resolución de pequeños problemas que se podrían surgir con el tiempo - un pasaje fundamental para recoger todas las ventajas que un instrumento de control puede generar y para minimizar las problemáticas que podrían nacer.